LAS OPORTUNIDADES PERDIDAS EN EL TRADING
Observas un patrón de entrada, el movimiento del precio y el volumen van cumpliendo los parámetros, esperas a que el precio llegue a tu zona de entrada, sigues prestando atención al volumen del retroceso para comprobar que se mantiene bajo, el precio se acerca ahora a un tick de tu orden de entrada, pero... ¡Mierda, se escapa! Observas impotente cómo el precio se marcha sin ti y hace el movimiento esperado en un abrir y cerrar de ojos. Ahora te sientes frustrado porque te has quedado fuera de la oportunidad que llevabas toda la mañana aguardando, y quizás sea la única que se produzca en todo el día. ¿Verdad que a ti también te ha pasado?
Bien, pues este no es el error. Tú has hecho lo que tenías que hacer: esperar al precio en el lugar y en el momento adecuados. Has tenido mala suerte, no hay más. ¿Qué pasa? Que durante este mes de agosto, por lo que sea, se han repetido este tipo de situaciones, lo que va propiciando que se te quede una sensación de amargor difícil de sobrellevar. Y este es el terreno abonado para el error. Aquí es donde, si nos descuidamos, le abrimos la puerta de par en par.
En lugar de aceptar que el tren ha pasado, que la oportunidad se ha esfumado, te enrocas en tu idea y dejas la orden puesta en la misma zona por si vuelven a testear, total, tampoco se han ido muchos puntos, te dices, podrían volver para rebotar con más fuerza. Entonces te entra la orden y al poco te salta el stop. La has cagado. ¿Te suena, no? Este error puede tener otras variantes, pero el denominador común es que bajas el nivel de exigencia y entras posteriormente en una situación que ya no es favorable. No te quieres dar cuenta de que el precio ya ha hecho lo que tenía que hacer, que el contexto ha cambiado y que ese patrón ha perdido su validez. La parte emocional ha tomado el mando. Y todo parte de la negación de una evidencia dolorosa (que no te has podido aprovechar de ese patrón siendo que habías hecho lo correcto), de la falta de aceptación (a nivel inconsciente) de una situación que no es sino otra posibilidad más (que el precio no llegue a tu orden en el momento preciso). El trading es así de caprichoso.
La solución no solo consiste en intentar convencerse (una vez más) de que este comportamiento es perjudicial; es muy importante entrenarse para tomar consciencia de los procesos mentales en el trading, porque te pueden estar tendiendo esta clase de trampas. Una vez que analizas tu estado mental en este tipo de situaciones es más fácil identificar la pauta de comportamiento en cuestión y soltar la carga emocional que contiene para que te permita mantener la concentración en lo que está sucediendo en las gráficas. Si no, deberías levantarte y alejarte de las pantallas por un rato hasta que recuperes el estado de calma racional necesario para operar.
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